QUILICURA: el ARTE de Mario Monasterio Calderón : VÍA LÁCTEA 56

30 jul 2015

VÍA LÁCTEA 56

Óleo sobre tela
Dimensiones
100 cm. x 80 cm.

Padre e hijo contemplando el fabuloso espectáculo del firmamento. Pintura ambientada en la década del 60

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En Chile, en la ciudad de Santiago, a doce kilómetros hacia el nor-poniente se encuentra la comuna de Quilicura.
En agosto de 1901, un grupo de vecinos demandó la posibilidad de crear este nueva comuna y así el día 10 de agosto, fue como surgió legalmente este pueblo.
En el idioma de los mapuches Quilicura ,significa "tres cerros,o tres piedras", denominación que dieron los antepasados a la geografía de esta zona.
Desde este lugar, una semi ciudad, que ha crecido aceleradamente van hacia el mundo poemas, cuentos, pinturas, dibujos, crónicas y todos los sentimientos que repletan el corazón de los artistas...

Cuento breve : UN DIA EN LA CIUDAD

El reloj de la cúpula marcaba las siete y media. Ese día amaneció luminoso, el sol radiante refelejaba brillos y colores en los ventanales de los altos edificios. Hubo canto de golondrinas, el verde brillaba en los matorrales, en cada árbol de la ciudad. Extrañamente la muchedumbre sonreía, hasta el tráfico parecía más rápido y fluido, el aire se respiraba limpio y aún cuando era viernes, la fila en el banco fue apenas un suspiro.Su sonrisa ocultaba un secreto y una ansiedad sin límites, en su bolsillo un vale vista. El primer pago luego de tantos años de cesantía.

Crónicas y biografías de grandes personajes anónimos.

Fragmento en recuerdo de mi padre, fallecido en julio de 2005.
...Tomaron la Avenida O'higgins; el agua reflejaba la tristeza del mediodía, y así, cabizbajos , llegaron hasta el templo.
La ceremonia religiosa se realizó en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Quilicura, estaban presentes los pocos amigos campesinos que quedaban, gente del pueblo, los vecinos y muchos curiosos que escucharon estos versos :

INTIMAMENTE PARA MIS PADRES...Y HERMANOS

La casa de mi infancia no tenía espejos,
a la vera del camino barroso,
se sostenía es sus años;
tampoco tenía vidrios,
nada que reflejara el sol.
Nuestra casa, era una casa pobre
y pequeña;
de vez en cuando, los temporales de
mi infancia
y el viento del norte,
remecía nuestra débil choza
y provocaba un gran temor,
el viento quería descuajar los cimientos invisibles
y las húmedas y delgadas paredes
vibraban fuertemente....

Generalmente ,
las aguas torrenciales y los oscuros
temporales
venían desde el norte siempre
a media tarde,
oscurecían el cielo, silbaba la hierba
y alteraba el establo.
Mi casa entonces, no tenía
espejos ni cristales
nada que reflejara el sol, ni alhajas
ni relojes,
nuestra casa ,
en la infancia,
era de paredes oscuras,
el color de la tierra húmeda y
de la tierra fértil...

Nuestra casa era gris y no
había en ella colores,
la lluvia, los nubarrones,
el silbido del viento
el oscuro cielo y la
inmensidad del espacio
se confundía con la tristeza
en sus paredes.
A veces, en las tardes del invierno
los goterones bajo el pasillo,
avivaban nuestros ojos,
más allá de la lluvia , siempre
estaba el verde,
aquel verde espeso de la infancia
nunca más existió,
el verde profundo del potrero
desapareció,
como todo...

Nunca , ninguno de nosotros ha
encontrado
el intenso verde,
que formaba parte del secreto de
nuestra infancia,
era el único color que recuerdo y
que retienen mis pupilas.
También existía el blanco,
era el color de la flores:
Aparecían en primavera junto
a los canales.
¡Una hermosa flor!
¡Tan simple como la vida!
Y tan perfecta también como
la existencia,
eran flores blancas de estambres
amarillos
resistiendo todas la heladas y todas
las escarchas.

Mi casa sin vidrios, sin cristales,
tenía un canal,
y sobre ese canal, un puente
húmedo y viejo.
El puente tenía también el color de
la tierra húmeda.
Fue tal vez, sólo un viejo y añoso
tablón
con su barandilla pequeña y frágil
suspendida sobre el agua.
En mi casa existía el puente
sobre el canal
y a lo largo del canal aparecían las
flores blancas,
su tallo verde y macizo:
¡Tan difícil siempre de talar!
Nuetra infancia es el cielo gris, la
casa gris, el puente
gris
y un inmenso campo profundamente verde
que hoy no existe.

CENTRO CULTURAL DE QUILICURA,... parecía tan facil

No hay un día en que la gente común amigos y personas desconocidas me hagan comentarios de lo que fue el Centro Cultural.
Un espacio creado para el encuentro de artistas y para el desarrollo del "alma de Quilicura", parece desafallecer.
Y pensar que hace sólo unos años, entre el año 2003 y 2008, era un bullir de participación, de alegría , de creatividad y de sueños. Decenas de artistas y cientos de visitantes daban vida a un espacio de ubicación privilegiada y la cultura de Quilicura estaba en la vanguardia de toda la zona norte de Santiago..¡Parecía tan fácil..!
Sin embargo había todo un trabajo comprometido, sostenido, serio y eficaz que no tenía horarios ni descanso.
A través de este blog, mi reconocimiento para todos los que un día compartieron este sueño, mi agradecimiento a todos los que participaron en forma gratuita con Quilicura. Mi especial reconocimiento para todos los que día a día siguen valorando lo que allí construímos